Mis primeras escaramuzas con el mundo digital se remontan a
los albores de la informática en España, cuando para conectarse a Internet solo
había dos nodos en el país, uno en Madrid y el otro en Barcelona, los que me
venís siguiendo sabéis que mi nivel intelectual roza el negativo, no encuentro
otra razón lógica a que decidiera conectarme al nodo de Madrid cuando llamar a
Madrid era conferencia, cuando recibí la primera factura post-digital les envié
una misiva donde educadamente declinaba su oferta de comprar la empresa, al
menos de momento, como el mail por aquellos tiempos era privilegio de unos
pocos entre los que no me encontraba usé el medio tradicional de correos, que
parece ser que aún no se habían percatado de la evolución de los medios de transporte
y se tomaban su tiempo en enviar las cartas, el caso es que al cabo de un par
de meses me llegó la contestación de Telefónica con un veinte por ciento de
recargo, visto lo cual decidí posponer el contencioso hasta que la comunicación
fuera más fluida.
Un tiempo después mi hermano que trabajaba como un animal en
una empresa que daba cursos de informática me regalo uno de aquellos cursos,
acabado el cual el director me dijo que era bueno y que me hubiera ofrecido un
puesto como profesor si tuviera algún titulo
.-entonces este papel que me habéis dado no me va a servir
de mucho, no?
Pasados tres años de
aquello me enteré que mi hermano que trabajaba como un animal para aquella empresa
había escogido como animal para trabajar el camello, y yo que siempre he sido
una persona recta, de frente porque de perfil tengo una ligera curvatura a la
altura de los hombros que no viene al caso ahora mismo, así que lo dejo ahí, el
caso es que para una persona de mi rectitud que me hubiera pagado dicho curso
con dinero del cártel me dolió, afortunadamente el tiempo había realizado bien
su trabajo y a esas alturas me había olvidado de la mitad de lo aprendido y eso
contribuyo a que tan solo me sintiera la mitad de mal de lo que me hubiera
sentido.
Estudié por mi cuenta programación en parte para lavar mi
imagen y también porque me gustaba mucho, en el camino de casa al metro había
dos videoclubs, entonces no existían Netflix ni HBO, después de analizar las
dos ofertas me quedé con el que estaba más próximo a casa, no hay Netflix, no
hay HBO, ergo hay que devolver las películas, bueno, también porque su catálogo
de porno era mejor que el otro, el caso es que entable amistad con el
propietario un visionario que decía que el futuro estaba en los ordenadores y
que había mirado un programa para gestionar el videoclub pero era carísimo, vi
mi oportunidad de demostrar mi valía como programador y le ofrecí mis
servicios, el hombre que era un visionario de la tecnología del futuro no lo
era tanto para escoger personal porque accedió a mi oferta, resumiendo para no
hacerme pesado, al cabo de poco tiempo cambié de casa y él se quedó sin
programa, decir que no le cobré nada al fin y al cabo seguía siendo una persona
honesta, y yo visioné gratis todo el catálogo de porno de donde saqué varias
ideas para el futuro.
En el barrio nuevo también había un videoclub y para
entonces yo había desarrollado un programa de gestión de videoclubs que estuvo utilizando
hasta que cerró.
Ahora mismo mientras escribo estas líneas mi nivel de informática
es de pre-usuario, solo sé encender el ordenador y cagarme en tó cuando falla
el wifi.
Winter is coming.
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