miércoles, 7 de junio de 2017

No me arrepiento de nada.

Sin entrar a debatir la fina linea que separa la bondad de la tontería, durante toda mi vida he procurado ser una buena persona, he tenido por supuestos aciertos y fallos, y haciendo balance de ella no me arrepiendo de nada, ni de los aciertos evidentemente, eso nos llevaría a resolver el debate anterior, ni de los fallos, porque al fin y al cabo soy la suma de ambos, José Ortega y Gasset dijo aquella famosa frase "yo soy yo y mis circunstancias", y no seré yo, un pobre hombre sin estudios quién se lo rebata.

Pero el otro día mis dos únicas neuronas funcionales entraron en colisión, cosa que no pasa muy a menudo, y me dije, esto de ser buena persona está muy bien pero y si es cierto que hay algo más después de dejar este mundo, otra vida, porque ser bueno una vida está muy bien, pero dos, de entrada  nos vuelve a resolver el debate, además cansa, así que he decidido ser malo la última media hora de vida, y vivir en el lado oscuro, donde por otra parte me han dicho que van las plinguis, al fin y al cabo fuí un malo malote la última media hora de mi vida, que supongo que esto va como la seguridad social, pa cobrar se cuenta lo del final.



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