viernes, 29 de enero de 2016

Me declaré a mi primera novia saltando por encima de su casa

La primera decisión importante que tube que tomar me pilló con diez años, coincidió con un cambio en la valoración del papel que jugarian las mujeres el resto de mi vida, que empezaba a ser primordial.
Una se llamaba Damiana y era hija de un chatarrero, peor no sufráis por ella más allá del nombre, eran los ricos del barrio, y vivían en una casa de tres plantas, y no, no era esa la casa que salté, que aunque la linea que separa el amor de la locura no está bien definida, con diez años es lo suficientemente gruesa como para no transpasarla si no lo buscas.
La otra lucia por nombre Nieves, y vivía en mi mismo edificio, en el piso inferior, y tampoco salté por encima de este.
Las dos eran muy guapas, y había llegado a mis oídos que a las dos les gustaba yo, mi decisión en última instancia la tomaría en el momento de hacerlo, me dejaría llevar por mi instinto.

El día que decidí declararme, ellas decidieron dedicarse a la arquitectura, recogieron piedras de la esplanada que había enfrente de nuestras casas, y con ellas dibujaron el plano de un pisito, uno al lado del otro, después de analizar la situación y teniendo en cuenta que quería que se acordaran de aquel momento el resto de sus vidas, decidí declararme, ahora sí, saltando por encima de su casa.

La decisión fue más fácil de lo que esperaba, el piso de Dami era más estrecho en su parte central, con diez años no caí en la cuenta que su piso no tenía habitaciones, lo cual dificultaba una vida sexual sana, claro que con diez años ni me importaba, ni sabía que era.
Preparé el salto meticulosamente, y después de unas dos horas me decidí a tomar el impulso que cambiaría mi vida, durante el salto le dije a Dami,
.-me gustas mucho y quiero salir contigo
la longitud de la frase os dará una idea de lo errados que estaban mis cálculos de la distancia a recorrer en el aire, al tocar el suelo di un traspiés que a pesar de mi agilidad, que para sí quisiera un gato de ocho kilos, no pude evitar dar con mis huesos en el suelo, mientras rodaba oí a Dami decir .-Que?

WInter is Coming.

miércoles, 27 de enero de 2016

El dia que toque "Smoke on the Wather" en un escenario

Mientras los chicos del barrio pensábamos en tocar tetas, mi amigo Jaime, de madre gallega y padre catalán, dijo que quería tocar la guitarra, pensamos que sería un capricho pasajero, que no le duraría la afición, sin embargo le dio fuerte, de hecho pasó de ese momento en que los vecinos pensaron en hacer una recolecta para pagarle unas clases en el conservatorio, o contratar a alguien que le partiera las manos, lo que saliera más barato, a ese otro en que orgullosos de ser sus vecinos, negaban haber escogido la segunda opción directamente.
Unos años después, ya vivía de la música.
Coincidimos en el rellano de la escalera un día de primavera, y me dijo si quería ir con el a ensayar, le dije que sí al momento, me acababa de dar dos alegrías, la primera por acompañarle a un ensayo, la segunda porque aquello constataba que no se había enterado de mi voto en aquella reunión de vecinos de la que nunca se levanto acta.

Durante la siguiente media hora recorrimos las angostas calles del barrio, llegamos frente a una puerta raída, que no desvelaba lo que había tras ella, cuando nos abrieron nos encontramos un espacio diáfano, un grupo de personas trabajaban afanosamente, y al fondo un escenario de medidas aceptables, Jaime subió al escenario, sacó la guitarra de su funda y la conecto al amplificador, tiempo que aproveche yo para buscar una destartalada silla con un estampado horrible, que coloqué en lo que habría sido la primera fila, si hubiese habido filas que contar, Jaime empezó a acariciar las cuerdas de su guitarra, estaba disfrutando como un niño cuando paró y me dijo
.-Javi, sube al escenario que me ayudaras con la siguiente pieza, subí de un salto, cuando saltar aún era patrimonio de mis piernas, una vez arriba me dijo
.- coje el bajo que me acompañarás, de otro salto bajé del escenario y mientras me dirigía al fondo de la sala
.- donde vas Javi.
.- no me has dicho que coja el bajo, pues el más bajo es aquel de la coleta que está junto a la mesa camilla
.-anda sube, el bajo es esta guitarra de cuatro cuerdas, subí, esta vez por las escalerillas, no era cuestión de dilapidar todo mi patrimonio de una tacada.
Cogió el bajo y me enseño las siete notas del acompañamiento de "Smoke on the wather" de Deep Purple, me lo repitió dos veces y me pasó el bajo,me dijo que lo repitiera, después del quinto intento y una vez constato que estaría más cerca del "rompemanos" que del conservatorio por mucho que lo intentara, asintió con la cabeza y me dijo, .-empieza, paa,paa,paaaa, para papa, dejo pasar el primero, y al empezar el segundo arrancó con su guitarra, fue increíble, cerré los ojos y me vi tocando ante sesenta mil enfervorizados fans, cuando acabo la pieza empezaron los aplausos
plas, plas, plas, abrí los ojos, el de la coleta estaba palmeando la desvencijada silla, intentando sacar el polvo que llevaba arraigado en ella desde hacía mucho tiempo, polvo cogido en una sala de actos de un barrio del extrarradio de una gran ciudad.

Winter is coming.