miércoles, 27 de enero de 2016

El dia que toque "Smoke on the Wather" en un escenario

Mientras los chicos del barrio pensábamos en tocar tetas, mi amigo Jaime, de madre gallega y padre catalán, dijo que quería tocar la guitarra, pensamos que sería un capricho pasajero, que no le duraría la afición, sin embargo le dio fuerte, de hecho pasó de ese momento en que los vecinos pensaron en hacer una recolecta para pagarle unas clases en el conservatorio, o contratar a alguien que le partiera las manos, lo que saliera más barato, a ese otro en que orgullosos de ser sus vecinos, negaban haber escogido la segunda opción directamente.
Unos años después, ya vivía de la música.
Coincidimos en el rellano de la escalera un día de primavera, y me dijo si quería ir con el a ensayar, le dije que sí al momento, me acababa de dar dos alegrías, la primera por acompañarle a un ensayo, la segunda porque aquello constataba que no se había enterado de mi voto en aquella reunión de vecinos de la que nunca se levanto acta.

Durante la siguiente media hora recorrimos las angostas calles del barrio, llegamos frente a una puerta raída, que no desvelaba lo que había tras ella, cuando nos abrieron nos encontramos un espacio diáfano, un grupo de personas trabajaban afanosamente, y al fondo un escenario de medidas aceptables, Jaime subió al escenario, sacó la guitarra de su funda y la conecto al amplificador, tiempo que aproveche yo para buscar una destartalada silla con un estampado horrible, que coloqué en lo que habría sido la primera fila, si hubiese habido filas que contar, Jaime empezó a acariciar las cuerdas de su guitarra, estaba disfrutando como un niño cuando paró y me dijo
.-Javi, sube al escenario que me ayudaras con la siguiente pieza, subí de un salto, cuando saltar aún era patrimonio de mis piernas, una vez arriba me dijo
.- coje el bajo que me acompañarás, de otro salto bajé del escenario y mientras me dirigía al fondo de la sala
.- donde vas Javi.
.- no me has dicho que coja el bajo, pues el más bajo es aquel de la coleta que está junto a la mesa camilla
.-anda sube, el bajo es esta guitarra de cuatro cuerdas, subí, esta vez por las escalerillas, no era cuestión de dilapidar todo mi patrimonio de una tacada.
Cogió el bajo y me enseño las siete notas del acompañamiento de "Smoke on the wather" de Deep Purple, me lo repitió dos veces y me pasó el bajo,me dijo que lo repitiera, después del quinto intento y una vez constato que estaría más cerca del "rompemanos" que del conservatorio por mucho que lo intentara, asintió con la cabeza y me dijo, .-empieza, paa,paa,paaaa, para papa, dejo pasar el primero, y al empezar el segundo arrancó con su guitarra, fue increíble, cerré los ojos y me vi tocando ante sesenta mil enfervorizados fans, cuando acabo la pieza empezaron los aplausos
plas, plas, plas, abrí los ojos, el de la coleta estaba palmeando la desvencijada silla, intentando sacar el polvo que llevaba arraigado en ella desde hacía mucho tiempo, polvo cogido en una sala de actos de un barrio del extrarradio de una gran ciudad.

Winter is coming.

No hay comentarios:

Publicar un comentario