sábado, 17 de septiembre de 2016

El día que me muera dejaré un gran vacio

Es curiosa la mente humana, una vez te jubilas además de llevar un control milimétrico de las obras de tu lugar de residencia, junto con los bares donde puedes miccionar sin perder capacidad adquisitiva, acabas pensando en la muerte, por aquello de la cronología.

No negaré que ya había pensado antes en ella, de hecho tenía un plan para cuando viniera a buscarme la parca, pensaba decirle .-si no me llevas te prometo quedarme quieto aquí, que evidentemente no me iba a hacer caso, lo sé, pero imaginar por un momento que me diga que vale, el panzón de llorar que me iba a dar, en primer lugar por morirme, que ya por si solo tiene una carga de mala leche implícita importante, y después porque ya es mala suerte precisamente ahora, que lo de estarme quieto lo llevo tan mal.

Una de las cosas que más me aflige es, que habiéndome pasado la mayor parte de mi vida intentando hacer reír a los que me rodean, vas al final y la cagas, todo el mundo llorando a moco tendido, por eso, desde hace algún tiempo le voy pidiendo a la familia y amigos que en mi funeral quiero que canten gospel, si es posible un grupo malo, así no me llevo toda la culpa del llanto.

Lo dicho, el día que me muera dejaré un gran vacío.......en mis pantalones.

Winter is Coming.


viernes, 16 de septiembre de 2016

Pasando a la reserva

Como dije en mi anterior entrada me jubilo, paso a la reserva.
He tenido que rellenar unos papeles, la burográcia es paso imprescindible, el trato ha sido correcto, incluso me han dado un manual, trescientas páginas poca broma, que lleva por titulo
 "Jubilado, tu nuevo estatus" está dividido en secciones, la primera

"El jubilado y la obra"
viene con una completa lista de obras en ejecución, cada una de ellas con un croquis con la mejor posición y la hora en la que dá el sol de cara, con lo cual te ahorras tiempo al dejar de ir en esas horas, al final de la sección trae un compendio de frases imprescindibles
.-Pero no ves que está torcida la pared!
.-Pon más mortero que hay mucha agua, y mirando a tu compañero añades en voz baja, en nuestros tiempos si que se trabajaba.
La siguiente sección es

"El jubilado y el verano"
sección que ocupa casi la mitad del libro, al principio hay un plano de Benidorm con los bares donde puedes mear sin tener que tomar un café, imprescindible para paseos de más de quince minutos, después trae un mapa completo de las playas de España con los mejores sitios y horas para plantar la hamaca y la sombrilla, con un anexo de escusas por si los municipales quieren multarte, que viene muy bien ahora que muchos municipios se están poniendo tikismikis con el tema, la mejor sin duda, que triunfas seguro
.-Señor municipal es que tengo principio de Alzimer y ayer me olvide recogerlo.
también incluye un cd con un curso de conga para transplantados de cadera, puag es la caña, yo ya me he apuntado a la lista de espera para transplantarmela.
La última sección es

"El jubilado y la gran ciudad"
esta es la que más me gusta, pues soy de ciudad, incluye trucos para el día a día, como pasar un semáforo en rojo mientras increpas al conductor, como colarte en la fila del pan, etc, al final de la sección hay una tabla con las diez cosas que puedes hacer con el tiempo que te has ahorrado, mientras el sol da de cara en la obra, cruzando los semáforos en rojo y colandote en la fila del pan.

Winter is Coming

PD: no dejes que la verdad ensombrezca una bella historia

jueves, 15 de septiembre de 2016

Mejor quedarse en cama

Hay días en los que la mejor opción es quedarse en la cama, arropado, protegido del mundo exterior.

Yo más que día de quedarse en brazos de Morfeo, sería mejor ser oso, por aquello de invernar, porque llevo una temporadita intensa, esta semana sin ir más lejos, no por no ahondar en mis memorias, más bien por la falta de tan preciado don, el martes tenía visita con el cirujano para tratar el tema de las hernias, tres para más datos, que si nos tenemos que poner nos ponemos, el caso es que después de evaluarlas toma la decisión de operar una de ellas, la que duele, todo un detalle del galeno, me comenta que debido a los recortes no puede hacer muchos cortes, y me pone en lista de espera, pero que no me preocupe que me operará antes de que me muera, siempre y cuando no tenga en mis planes abandonar mi estado físico por uno más etéreo, lo que viene siendo morirse, antes de dos años, le doy mi palabra que intención no tengo, y así quedamos.

Ayer visita con el tribunal médico, para evaluar si estoy en salud, o falta de ella de merecer seguir con la baja o volver a ser productivo, llego a la hora convenida, y cuando cantan mi número saltan las alarmas,  me toca el mismo despacho donde una "amable doctora" me dio el alta después de ayudarme a vestir y me despidió con unas palmaditas en la espalda mientras me comentaba que me apuntara a clases de baile. Me digo, si al abrir la puerta la veo me enroco y que salga el sol por donde salga, pero veo un amable doctor que me trata con respeto y diligencia, se nota a simple vista que sabe lo que hace, me hace las pruebas de rigor y me comenta que iniciaremos los trámites para solicitar la invalidez, momento que aprovecho yo para echarme a llorar, porque a pesar que era lo que quería, es muy distinto saber que no puedes trabajar a que te lo diga una persona con los conocimientos suficientes para dictaminarlo, que eso no tiene vuelta de hoja.

Y esta mañana en un alarde de agilidad y reflejos saliendo de la cámara con chanclas, aprovecho para decirle a los más jóvenes que no dejen los estudios, emulo a los gimnastas olimpicos y hago un triple mortal con tirabuzón, con la salvedad que en vez de aterrizar con los pies como hacen ellos, lo hago con la nariz sobre unas cajas y el resto de la cabeza sobre un mármol, mientras estoy en el suelo oigo a Joana hacer una llamada a urgencias, por favor mi marido se a caído y ha dado con la cabeza sobre un mármol, envíen rápido un marmolista.

Winter is Coming.