lunes, 13 de marzo de 2017

Sparring de la vida

En clave de humor, para compensar la anteiror entrada

Para los que no estéis puestos en el mundo del boxeo, un sparring es el que se sube al ring con el boxeador principal para ayudarle a entrenar, vamos, el que viene recibiendo las ostias.

Y aquí estoy en el ring sin verlas venir, como si no tubiera bastante con el Parkinson me van lloviendo golpes, empecé por las hernias, si en plural, tres como las hijas de Elena que ninguna era buena, me operan de una, no vaya a ser que desequilibre la hucha de la seguridad social, que por cierto llevo unos días que me vuelve a molestar, me dicen que es el cambio de tiempo y no les falta razón, fué cambiar el tiempo de la juventud por otro más aposentado y no levanto cabeza.

Después una neumonia, flojita que se ve que tampoco quiere abusar, la vida digo, no vaya a ser que se le acabe la diversión, pero yo me quede como si a un hipopótamo le pones las patas de una jirafa, haciendo la caida de Roma por las esquinas.

La semana pasada un virus intestinal, todo el día con miedo a alejarme más de cinco metros del cuarto de baño, bueno en realidad con miedo solo medio día, el otro medio estaba más cerquita del tema, la misma historia del hipopótamo pero solo con tres patas.

A todo esto tengo un dedo del pie derecho que se está girando sobre si mismo, que está harto de mirar para el suelo y quiere conocer mundo, y ahí está el tio, y yo me digo, porque ese dedo no podía ser de la cuarta pata de la jirafa, la del virus, y la vida se marcaba un detalle.

Winter is Coming.

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