Me he apuntado al gimnasio, tanto mi neuro como mi fisio llevaban tiempo
recomendándome hacer ejercicio, la semana pasada me lo recomendó mi
mujer, dijo “tira pal gimnasio” y yo que siempre sigo los consejos de
ella y tiré pal gimnasio, una vez allí la idea era, ella se iba a hacer
Pilates y yo bici estática, pero no sé cómo me vi dentro de la sala del
Pilates, para los que no conozcáis que es el Pilates , en el manual de
torturas de las agencias especiales está justo detrás de la simulación
de ahogamiento, es lo mismo pero sin agua, de pequeño aprendí que allá
donde fueres haz lo que vieres, la gente cogía un palo, yo también que
cogían un aro con dos asas pa mi otro, y para finalizar una pelota pa
sentarse, yo cogí la más grande, me senté y me dije esto empieza bien,
ahora vienen y nos explican de qué va esto del Pilates mientras estamos
cómodamente sentados en la pelota, estaba ensimismado en ese pensamiento
cuando entró el monitor que es junto con el fisio las dos personas que
ostentan el record de velocidad en ser odiadas, este en particular tardó
el espacio de tiempo que va entre que entró en la sala y dijo que la
pelota no era para sentarse, del palo y el aro hablaré otro día, aun no
estoy preparado.
Con la pelota hicimos dos ejercicios el primero
ponerla entre las rodillas que aproveche para comentarle al monitor si
se había percatado del diámetro de la mía, duda que quedó sin satisfacer
porque a pesar de lo bajito y moreno que era se hacía muy bien el
sueco, y nos dijo la manera de hacer el ejercicio, apretar la pelota con
las rodillas mientras metéis barriga y culo, estás tú seguro que no
vamos a implosionar? Pero todavía no había vuelto de Suecia con lo que
la duda se resolvería por el viejo sistema de ensayo error, el segundo
ejercicio consistía en coger la pelota con los pies y levantar las
piernas, como estaba en una posición desventajosa y por la cara del
monitor me percaté que mi limite de preguntas había sido superado hace
rato, pensé para mí, si ya no puedo levantar las piernas como vienen de
serie como voy a levantarlas con la pelota de marras, pero lo hice, eso
sí mientras mis atributos masculinos se despedían como si no fueran a
verse nunca más, al final después de 44 minutos interminables nos dijo,
ahora un minuto para relajarnos y apago la luz, cuando acabamos mientras
salía le comenté si para el próximo día podíamos invertir el orden de
los ejercicios, hacer 44 minutos de relajación y un minuto de Pilates,
me respondió con media sonrisa picara, que denotaba claramente que se
había fijado en mí, ahora mismo voy de camino al despacho del notario a
hacer testamento.
Winter is coming.
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