Hoy todo el mundo sabe que es la domótica, gobernar la casa
mediante aparatos electrónicos, utilizo un lenguaje sencillo porque me consta
que me leen algunos que estudiaron mientras la LOGSE estuvo en vigor.
Hace 35 años con ayuda de Antonio, primo por imposición
familiar, amigo por elección propia, hicimos una breve pero intensa incursión
en el mundo de la domótica, que ahora sabemos lo que es pero en aquella época
para nosotros fue nuestro logro, los ordenadores de entonces eran tan solo un
teclado que enchufabas a una tele, y le cargabas los programas con una cinta de
casette, para los de la LOGSE y posteriores un artilugio consistente en un
aparato que leía lo que estaba escrito en una cinta magnética, recuerdo que
tardaba una media de tres cuartos de hora en cargar un programa y cuando lo ponías
en marcha podían pasar dos cosas, que fuera divertido y te estabas 15 minutos
jugando, daros cuenta de la proporción entre lo que tardaba en cargar y el rato
que jugabas, la otra cosa que podía pasar era que rompieras a llorar por haber
perdido un trozo importante de tu día, mi ordenador era un VIC 20 de la casa
Comodore, una bestia con 5KB de memoria Ram.
Con aquella bestia de la informática conseguimos Antonio y
yo, poner en marcha una lavadora a distancia, aquí mi ego se ha tomado la
libertad de hacer el reparto de halagos, en realidad fue Antonio el artífice de
tamaño logro yo me limité a poner el ordenador la lavadora, y la distancia fue
de aproximadamente un metro, que os parecerá poco pero un metro de entonces no
era baladí, la prueba inicial fue un éxito y eso que la hicimos bajo la presión
de nuestras parejas que se plantaron en la puerta con cubos y fregonas para minimizar
los daños colaterales según ellas, la mía, mi amor eterno aún de vez en cuando
me recuerda aquel día, cuando le digo que voy al baño y si no me he tomado la
medicación se planta en la puerta con cubo y fregona.
Pero a los pocos días entraron en casa y robaron el invento,
desde el primer momento pensé que era espionaje industrial, pero que también
robaran la cadena de música, dos cadenas estas de oro y una medalla de Joana ponía
en serias dudas mi versión, no había evidencias
que fuera espionaje sino un robo estándar, se llevaron todo lo de valor y me
dejaron eso sí dos vertebras cervicales tocadas que si bien no puedo achacárselo
directamente a ellos fue por culpa de su acto que durmiera dos meses con un martillo
bajo la almohada.
Winter is coming.
No hay comentarios:
Publicar un comentario